En la
mitología griega los
Oceánidas o
Potamoi (en
griego Ποταμοι, «ríos»; en
latín Fluminae) eran dioses fluviales, personificaciones de los ríos a los que se suponía gobernados por ellos.
Hesíodo los hace hijos de
Océano y
Tetis y los enumera, uno por cada río conocido en la época. De esta forma, serían hermanos de las
Oceánides,
ninfas de las nubes.